En un día soleado y radiante se encontraba un oso hormiguero llamado Lucas, él era muy intrépido y le encantaba tocar hermosas melodías con su fantástica flauta.
Su música era tan grandiosa que todos los animales se detenían para verlo tocar sus maravillosas melodías con su inseparable flauta.
Además de su increíble talento de tocar la flauta tenía una gran debilidad por la comida.
Cada vez que encontraba algún rastro o señales de comida iba rápidamente para buscarla y comerla hasta quedar satisfecho, para luego seguir tocando sus fantásticas melodías.
Un día cuando estaba caminando como acostumbraba para buscar comida, de pronto observa a lo lejos un área llena de mucha comida, que nunca antes había visto.
Así que fue rápidamente para comer todo lo que se encontraba en aquel lugar
Como estaba tan impresionado por lo que había visto y muy ansioso de comer, se olvidó de su inseparable flauta.
Estando ya satisfecho por todo lo que había comido, estaba emocionado, así que quería tocar una de sus melodías, pero en el momento que iba a hacerlo, se percató que no estaba su flauta y dijo ¡nooo mi flauta!
La busco por todos los lugares cercanos en donde pensaba que pudiera estar, pero no la pudo encontrar y no había rastro alguno de donde podría encontrar su flauta.
Así que la continúo buscando por otros lugares y nada que la podía encontrar.
Entonces comenzó a preguntarse “¿Donde podrá estar? ¿Alguna vez la volveré a encontrarla para tocar mis melodías?
Pensó en muchas ideas para encontrar su inseparable flauta y nada funcionaba, a cada uno que le preguntaba le decía que no la había visto.
Y como dentro de todas las ideas que había pensado e intentado no encontraba su preciada flauta, dijo” he intentado muchas formas de encontrarla pero parece que no la podré encontrar”.
Casi se estaba dando por vencido mientras se encontraba caminando por un lugar lleno de polen, que usualmente no solía caminar por esa área, esto lo hizo estornudar tan fuerte, que salió volando muy lejos hasta una parte donde no había buscado antes y ahí estaba su inseparable flauta.
Y dijo” ¡Qué bien! te pude encontrar”.
Después de tanto intentarlo y aunque parecía difícil la pudo llegar a encontrar.
Entonces comenzó saltar de alegría por haber podido encontrar su inseparable flauta y estaba tan emocionado que comenzó a tocar tan hermosas melodías, que nunca antes había tocado como lo estaba haciendo en ese momento y todos los que se encontraban en el lugar quedaron maravillados con su increíble música.
Autor: Samuel Frias Registrado en SafeCreative