En un domingo radiante Gabriel y su mamá se preparaban para realizar un delicioso pastel de Maracuyá para su abuela, que era su pastel favorito.
Reunieron todos los ingredientes y fueron realizando el pastel hasta que lo terminaron.
El pastel se veía increíble y tenía un aroma asombroso.
Gabriel dijo “seguro le va a encantar a la abuela, es perfecto para ella»
Como el pastel estaba un poco caliente tenían que esperar un rato, para poder empacarlo en la caja donde se lo iban a entregar a la abuela.
Así que la mamá le dijo a Gabriel» te encargo que lo cuides bien mientras yo termino de hacer algunas cosas antes de irnos y regreso para empacarlo».
Gabriel le dijo» si mamá, el pastel va estar bien cuidado».
En ese mismo instante que la mamá se fue por un momento, el pastel desapareció.
Y Gabriel dijo “y el pastel ¿donde esta?, ¿como ha podido desaparecer así?, ¿y ahora qué hago?
De un momento a otro, el pastel había desaparecido y Gabriel no sabía dónde podría estar.
Así que desesperado busco por todos lados y no lo encontraba,
Entonces pensó que lo tenia su perro Abel y dijo» seguro el se llevo el pastel»
Si el perro se había comido el pastel como lo estaba imaginando iba estar en problemas.
Así que fue buscarlo rápidamente a donde estaba y en el camino pensó sobre si hacia un nuevo pastel, pero talvez no iba a tener suficiente tiempo antes de que regresa su mamá.
Cuando lo encontró tampoco había rastro del pastel y dijo “¡que bien que eso no paso!, entonces ¿dónde estará?
Al ver que había recorrido toda la casa sin poder encontrarlo, decidió volver a buscar en la cocina y resulta que ahí estaba el pastel, se había caído al suelo.
Él dijo «¡ay nooo!, esto es peor a lo que imaginaba, ahora hay que hacer otro».
Cuando llego su mamá y vio la cara de Gabriel dijo» ¿qué paso?»
Él dijo «se ha caído todo el pastel al suelo».
A lo que su mamá respondió «bueno a veces estas cosas pueden pasar, no te preocupes, vamos a hacer otro pastel.»
Juntos hicieron otro pastel en mucho menos tiempo que el anterior y este se veía aun mejor.
Cuando llegaron a la casa de la abuela para darle el pastel, ella estaba contenta y dijo ¡me han sorprendido con mi pastel favorito!, gracias me imagino que tuvieron un gran trabajo» y ellos rieron abrazados diciendo» si que ha sido un gran trabajo, pero nos encanta haberte alegrado con este regalo».
Autor: Samuel Frias Registrado en SafeCreative.