En un gran día, Manuel se dirigía por primera vez a visitar un nuevo centro de arte musical, que había abierto en la ciudad y en donde esperaba encontrar increíbles exhibiciones para observar.
Cuando llegó al lugar, comenzó a escuchar maravillosos sonidos musicales y dijo “La aventura de recorrer este lugar será realmente grandiosa”.
Esos sonidos lo llenaron de más curiosidad y emoción por descubrir todo lo que había dentro del lugar.
Al seguir avanzando comenzó a encontrar cosas realmente sorprendentes, que nunca había visto antes.
Dentro de unas de las exhibiciones al estar parado en uno de los recuadros del piso y sin haberse percatado, generaba un sonido cada vez que tocaba esa parte del piso, al ver esto estaba muy impresionado.
Y dijo “¿como esto como es posible?, ¿he escuchado bien?
Luego apareció un guía del lugar y le comenzó a explicar, que si era posible lo que había escuchado, porque en algunos recuadros del piso al tocarlos se comienza a escuchar diferentes tipos de melodías.
Dentro de las cuales hay un instrumento diferente para cada recuadro y nunca se escuchan los mismos sonidos, porque constantemente cambian.
Esto es para que la experiencia musical nunca sea igual y se pueda vivir lo más real posible.
Al escuchar todo lo que decía el guía, lo impresiono mucho y estaba ansioso por continuar descubriendo más cosas dentro del lugar.
Al seguir recorriendo, encontró un xilófono en tamaño gigante en el piso, que cuando lo presionaba con los pies se escuchaban maravillosas melodías.
Esta parte le encanto porque al tocar el xilófono, se escuchaba como si fuese un gran artista de música.
Cuando fue más adelante había más cosas y sin darse cuenta le gustaba mucho la idea de como se creaban las melodías.
Entonces dijo “En este lugar la música se disfruta a cada paso que uno avanza y se vuelven parte de todo lo que haces”.
Había comenzado a descubrir no solo las grandiosas exhibiciones que había en el lugar sino que también las melodías musicales que eran realmente maravillosas.
Algo que en un principio no esperaba que iba a descubrir.
Luego de eso, fue a una parte a las afueras del lugar y se encontró que cada vez que los pajaritos cantaban o si algún otro animal hacia un ruido, comenzaban a sonar melodías al ritmo de lo que se escucha en el ambiente.
Cada parte que conocía lo impresionaba todavía más.
Luego de estar durante bastante tiempo en el lugar, observó el reloj y se percato que habían pasado las horas sin haberlo notado y ya era momento de regresar a casa, pero todo lo que había vivido había sido increíble.
Y lo que más le encanto fue que pudo aprender de que con solo una melodía se puede cambiar todas las cosas y alegrar todo en cualquier momento.
El sin haberlo esperado pudo descubrir su gran emoción por la música y lo grandioso que los sonidos musicales pueden transformar las cosas de manera extraordinaria.
Autor: Samuel Frias 
Registrado en SafeCreative