En una pequeña ciudad con grandes playas, vivía un hombre llamado Emanuel.
El lugar se distinguía por tener aguas muy saladas y por eso era una de las áreas donde se producía mucha sal.
Así que el se dedicaba a extraer grandes cantidades de sal, que se producían por la gran salinidad del agua de mar.
Un día mientras trabajaba extrayendo sal cerca de las costas de la playa, el sol estaba muy fuerte y se sentía muy cansando, por lo que se decidió que descansaría un rato y se quedó dormido.
Pero en la parte donde descansaba estaba muy llena de sal y comenzó a hacer un fuerte viento, que lo fue cubriendo todo y sin darse cuenta estaba lleno de sal.
Y como había tanta sal y el estaba en medio de los inmensos envases, un camión llegó para buscar toda la sal y junto con la sal cayó dentro del camión.
Al despertar dijo «¿dónde estoy?
Estaba en otra ciudad y todo cubierto de sal, pero esa no era cualquier tipo de sal marina sino una muy espesa y mucho más pesada que en cualquier otro lugar.
Y por eso era una sal marina muy especial.
Intento lo más rápido posible salir del camión, pero no era tan fácil hacerlo, por lo pesada que era la sal.
Y seguía atrapado en el camión con toda esa enorme cantidad de sal.
Así que intento hacerlo un poco más lento y trabajando en cada movimiento que hacía para ir liberándose de toda la sal, para salir del camión.
Después de un largo rato, por fin pudo salir de camión, pero todavía estaba bastante cubierto de sal.
Por lo que parecía que estuviese en vestido de sal.
Estando casi todo lleno de sal, observo a un conejo que se encontraba en una alcantarilla y sus reflejos hicieron que rápidamente fuera a ayudarlo.
Así que lo ayudo, para que pudiera salir de la alcantarilla sin que se lastimará.
Todos cuando vieron lo que hizo, estaban sorprendidos como había podido rescatar al conejo.
Y dijeron «lo ha rescatado el hombre sal», todos aplaudían y gritaban llenos de alegría.
Sin haberlo esperado se había convertido en el centro de atención de todos.
Entonces intento decir «esto no ha sido algo tan importante».
Y le dijeron en realidad los héroes no crecen por hacer grandes cosas, los héroes con pequeñas acciones se convierten en alguien que revoluciona todo, como tu lo has hecho.
Ahora serás el hombre sal, el estaba muy sorprendido por todo lo que había ocurrido y muy contento de ayudar a los demás.
Autor: Samuel Frias Registrado en SafeCreative