En un buen día con una gran brisa refrescante, Jairo se disponía a descansar un poco luego de haber pintado las paredes de su casa.
Como estaba un poco cansado al terminar de pintar, había dejado abierto los envases de pintura y en ese momento apareció su mascota, una curiosa tortuga, que fue a ver los envases y se derramo encima casi toda la pintura sin que Jairo se percatara de lo que había ocurrido.
Con los colores que habían caído sobre la tortuga, creaban un efecto que cambiaba de color con la luz del sol.
Al ocurrir esto, las aletas de la tortuga se convirtieron en un morado muy brillante, que con eso podía resaltar en cualquier parte que estuviera.
Después de tener encima esos colores, la tortuga salió a la calle en donde la vieron algunas personas y a simple vista no se veía que era una tortuga, que tenía esos colores tan impresionantes.
Hasta que se acercaron y descubrieron de que realidad era una tortuga.
Así que estaban muy impresionados con sus brillantes colores, porque nunca antes habían visto una tortuga con esos colores.
Como todas las personas pensaban que eran los colores reales de la tortuga, seguían muy sorprendidas y comenzaron a tomarles fotos por gran la belleza de los colores.
Al ocurrir esto, la tortuga se volvió muy famosa y resaltaba en todos lados.
Cuando Jairo despertó y vio todo lo que estaba ocurriendo “¿que ha pasado?, ¿cuando te convertiste en famosa?».
Al ver las fotos, en ese instante pensó que no se parecía en nada a su tortuga.
Y dijo “seguro se mancho con la pintura, ¡ay nooo! ahora todos piensan que tus aletas son moradas, ¿como hago para decir que yo no he creado esto y que solo fue un accidente con la pintura?».
Como el sabía que en algún momento se iban a desaparecer los colores de la tortuga, el tenía que decir toda la verdad, pero iba a tomar un tiempo para encontrar la mejor forma de decirla y que todos le creyeran.
Mientras pensaba en esto, comenzó a ver algo diferente en la tortuga.
Al verla más de cerca observo que estaban desapareciendo los colores.
Y estaba ocurriendo lo que se había imaginado que pasaría, pero estaba ocurriendo antes de lo pensado, así que tuvo que adelantar todo y decir que en realidad sus aletas no eran de ese color, sino que se habían pintado de color morado por accidente.
Todos quedaron decepcionados al escuchar esa noticia por parte de Jairo y con eso ya no era una tortuga especial.
Así que, aunque ya no era especial para los demás, siempre seguiría siendo especial para Jairo.
Autor: Samuel Frias Registrado en SafeCreative