En un gran y hermoso bosque, vivía un perezoso llamado Daniel, que siempre se mantenía colgado sobre los arboles y durante el día hacía muy pocas cosas, pero por ser su cumpleaños quería tener un día que fuera diferente y estuviese lleno de mucha diversión.
En ese momento mientras pensaba en eso, lo sorprendió un mono aventurero que estaba siguiendo un rastro de comida, que habían dejado las aves.
Y Daniel le dijo” siempre he vivido en este bosque y nunca te había visto, ¿cómo has llegado hasta acá?”.
A lo que el mono respondió “bueno he llegado hasta acá, porque estoy siguiendo un rastro en búsqueda de comida que han dejado las aves, si quieres puedes acompañarme, será una gran aventura”.
Entonces Daniel dijo “si vamos, en realidad había esta esperando un gran aventura y en especial hoy que es mi cumpleaños”.
Así que ambos iban a comenzar una gran aventura en la búsqueda del rastro de comida.
Antes de seguir el rastro, el mono le pregunto si quería un poco de fruta, que tenía para el camino.
Entonces Daniel la acepto y comió un poco para estar lleno de energía para la gran aventura.
Así que estando listos, siguieron el camino en la búsqueda del rastro de comida.
Pero cuando avanzaron un poco mas, encontraron que el rastro de comida estaba esparcido hacia varios lados y ahora sería más difícil encontrar el camino correcto.
Y dijo el mono” que tal si nos separamos y vamos cada uno por un rastro diferente”.
A lo que Daniel dijo “bueno son varios caminos y aunque nos separemos talvez nos sea más difícil encontrar el correcto, así que lo mejor será mantenernos unidos y escoger un solo camino”.
El mono pensó un poco y dijo “si tienes razón, separarnos nos va ser mucho más difícil lograr llegar a lo que estamos buscando, por lo que ahora tenemos que pensar en cual podría ser el camino correcto”.
Así que pensaron durante un rato, hasta que entre ambos decidieron el camino que iban a seguir.
Al seguir ese camino, encontraron que el camino de comida comenzaba a desvanecerse y dudaban un poco en seguir avanzando.
Pero Daniel dijo “sigamos, talvez encontremos algo al llegar”.
Entonces siguieron y para su sorpresa si era el camino correcto y estaba toda la comida que el mono había imaginado.
Y dijeron “waoo, esto es increíble”.
Habían encontrado una gran cantidad de comida, que estaba al lado de un hermoso rio.
Ambos comieron y como ya habían terminado la gran aventura, el mono dijo “bueno esta aventura ha terminado y ahora voy a ir en búsqueda de otra aventura, ¿Quieres venir Daniel?
Pero Daniel respondió “no gracias, he tenido una fantástica aventura y lo que parecía un día común se ha convertido en uno extraordinario, ha sido realmente un maravilloso día de cumpleaños que nunca olvidare.
Ambos se despidieron y siguieron sus caminos, esperando que algún día se cruzaran nuevamente.
Autor: Samuel Frias 
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