A dos niños llamados Daniel y Miriam, les encantaba ir de visita a la casa de su tía Judit, que era pintora de obras de arte.
Cuando su mama les dijo que iban a pasar todo el fin de semana donde su tía, ambos saltaron de la alegría.
Entonces se prepararon para tener todo listo y salieron rumbo a la casa de su tía.
Cuando llegaron saludaron a su tía y ella estaba tan contenta como ellos.
También estaban contentos de ver al conejo de su tía, él era muy peludo y muy juguetón.
Ella les tenía todo preparado para empezar a pintar en la gran habitación de pintura, a ellos les emocionaba la idea de empezar a pintar.
Cuando vieron todos los materiales brillantes y de diferentes colores, querían usarlos todos, pero solo iban a escoger algunos, así que tardaron un rato en decidirse con cual querían iniciar a pintar.
Su tía los dejo un momento y les dijo que no demoraba en regresar, que podían iniciar a pintar.
Entonces primero se imaginaron que les gustaría pintar y luego comenzaron a diseñar cada uno su dibujo con los colores que iban a usar.
Todo iba bien hasta que se distrajeron con las graciosas cosas que hacia el conejo y comenzaron a jugar con el conejo.
Y por accidente parte de uno de los colores que estaban utilizando para pintar cayó sobre una pintura de su tía y ahora tenía una enorme mancha blanca.
Ambos dijeron» ¡Ay no! ahora que hacemos».
Y Daniel dijo» hay que pensar cómo lograremos resolver la mancha de la pintura».
Entonces intentaron con varias cosas para quitar la mancha de la pintura, pero no se quitaba toda la mancha.
Después Miriam recordó algo que le había enseñado su tía cuando pintaba y entonces pusieron en práctica esa idea.
Casi se terminó de quitar toda la mancha, pero todavía había restos de la mancha.
Así que estaban un poco asustados por la reacción que tendría su tía.
Cuando regreso a donde estaban les pregunto cómo les había ido con sus pinturas y si se habían divertido.
En ese momento tuvieron que decirle todo lo ocurrido.
Dijeron con un poco de nervios «sabes tía, ha caído un mancha blanca sobre esta pintura».
Entonces ella les dijo» lo importante ha sido que tuvieron el valor de decirme lo ocurrido y eso lo aprecio mucho, que siempre sean sinceros conmigo».
También les dijo en realidad la pintura era de practica y no era muy importante.
Así que solo rieron y abrazaron a su tía.
Autor: Samuel Frias Registrado en SafeCreative