En una hermosa mañana Isabella al despertarse comenzó a escuchar un ruido cerca de su ventana que nunca había oído antes.
Era un curioso sonido y que no tenia señales sobre cual podría ser lo que lo estaba causando.
Así que comenzó a buscar que podría ser el ruido que estaba escuchando, primero pensaba que era su perro que hacía el ruido, pero luego se percató que seguía durmiendo y no era el que producía ese ruido.
Siguió buscando y luego de un rato dejo de escuchar el ruido y dijo “ya se detuvo el sonido, talvez ya no aparezca de nuevo”.
Y entonces siguió con su día como siempre lo hacía, feliz porque no ya volvería a escuchar ese ruido.
Hasta que el día siguiente volvió a escuchar de nuevo el ruido y así lo siguió escuchando todos los días, pero no lograba identificar que podría ser lo que estaba produciendo ese ruido.
Y dijo “¿que podrá estar produciendo ese sonido?, voy seguir buscando por todos lados.
Por lo que cada día intentaba encontrarlo, hasta que pensó un día en levantarse un poco más temprano, para ver si lograba resolver el misterio del sonido que escuchaba a diario.
Además de levantarse más temprano, comenzó escribir todos los lugares alrededor de su casa en los que había buscado y pensar si en los lugares que había buscado, lo había hecho tan rápido que no había visto lo que estaba produciendo el ruido.
Su plan estaba listo y estaba decidida a llegar a encontrar lo que ocasionaba el ruido.
Entonces inició su búsqueda y luego de tanto buscar, logró descubrir que era una pequeña mariposa la que estaba produciendo el sonido con sus alas, que las golpeaba sobre una cerca.
Entonces dijo” ahh, es eso lo que ha estado produciendo el ruido durante todo este tiempo”.
Tenía sus alas atrapadas en la cerca y no podía salir.
Como era tan pequeña no la había visto, tuvo que estar bastante cerca para ver que era la mariposa.
Entonces liberó la pequeña mariposa y fue libre para volar, Isabella estaba muy alegre por haberla ayudado.
Autor: Samuel Frias Registrado en SafeCreative.