Una niña llamada Annie, que era muy creativa y estaba muy contenta porque iba a tener su primera clase de manualidades.
Se había inscrito en muchas clases de diferentes cosas, pero hasta ahora en ninguna había encontrado su verdadera habilidad, en la que amará realizar.
Dentro de todo lo que iban a enseñar en la clase de manualidades, le gusto cuando le comenzaron a enseñarle como hacer los lazos.
Ella observaba que era algo tan simple, pero a la vez muy hermoso.
Al intentarlo lo que parecía sencillo, no era así, los lazos salían muy distintos a los que realizada la persona que le enseñaba.
Seguía intentando, pero todos los que hacía quedaban muy diferentes a lo que debía ser la forma de un lazo.
Pero ella quería continuar intentándolo, porque era algo que por primera sentía que podía convertirse en su gran habilidad.
Después de tanto intentarlo, pudo descubrir lo que faltaba para que sus lazos fueran hermosos y perfectos.
Cuando hizo su primer lazo perfecto dijo “wao, lo pude lograr”.
Así que había descubierto una gran agilidad para hacer lazos, era realmente sorprendente.
Los hacia con tanta facilidad que parecía como si siempre los hubiese realizado.
Ella tenia una gran imaginación y le encantaba asumir muchos retos, para idear cosas impresionantes.
Con el tiempo había estado mejorado ciertos detalles, para ir convirtiéndose en una experta en lazos.
Podía a hacer lazos de todo tipo y con cualquier material.
Se había convertido en una creadora tan buena, que hacia diseños y figuras enormes con muchos lazos, era fantástico.
Aunque no fue fácil al principio, ella había podido encontrar su fantástica habilidad y se había convertido en una experta en lazos.
Autor: Samuel Frias 
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